TUOPIA.


miércoles, 2 de junio de 2010


Puentes Hacia la alienación social. Parte II

El puente de la democracia por primera vez en mucho tiempo, parece estar reconstruido y más sólido que nunca, dejando atrás huellas en la arena cubierta de pólvora y espíritus en huelga que buscan ser reconocidos. Una época de tranquilidad y equilibrio asoma por sobre la ventana del optimismo, los seres sociales aparentar respirar mas tranquilos y miran el sol sin cautela y con un animo naturalizado que puede respirarse en el aire.

El puente de la economía desde los susurros y oculto bajo la sombra de los poderosos, no muestra aun sus garras, va cobrando fuerza a medida que el tiempo recorre su curso.
Los puentes entre hermanos parece hacerse cada vez mas largo y ancho, es difícil mirar para algunos cada extremo, llegando a estar ciegos y no poder observar que miles de puentes se desvanecen de hambre ante la mirada oculta del interés y la discriminación.

Una ciudad ruge como un león, creciendo a pasos agigantados,  sus rutas se conglomeran y atestan de maquinas con ruedas que absorben la sangre de la tierra, intoxicando cada esquina, cada metro. Los grandes carteles y los puentes del comercio ocupan cada casa, cada plaza, cada mirada. La agitada vida urbana no parece tener ese aire que ellos en su ignorancia respiran como progreso y bienestar.

En el Sur de America un país clama y reconstruye por primera vez el puente de la democracia, reivindicando su propio representante aquel quien proclama que todo cambio es de su propiedad, el puente del interés abrió su boca y lo dijo claro, quien hace todo es dueño de todo. La ceguedad de los puentes sociales empezó a manifestarse inquieta con el paso de los días y los meses, empezar a sentirse bajo sus pasos fantasmas que no los dejarían dormir tranquilos por las noches, el puente de la economía reía y acrecentaba su tamaño, los precios se disparaban, las grandes empresas compraban lo que por derecho aquellos seres sociales reclamaban como propio,  y lo que aquellos seres que cruzaban aquel mar atlántico por el que cruzara la guerra, trayendo consigo hambre y nuevas esperanzas huyendo del exilio y de la desgarradora metralla.
Aquellos que aspiraban a nuevos sueños temporalmente creyeron en el paraíso, demostraron su carácter y su perseverancia, ayudar a construir el puente de la industria y de la dignidad laboral, tomando aquella bandera flameante que les resultaba ajena como propia y tratándola con cariño y con respeto.

Pero el puente de la política, de las malas políticas para enfatizarlo mejor, construía los puentes de el engaño y la falsedad bajo falsos pretextos, quitándoles su hogar, rematándoles sus bienes y su dignidad, dejándolos en la pobreza, adormeciendo la educación para que sus futuras generaciones fuera maleable y torpe.

Aquellas manos que siempre se levantan en aquel lejano balcón una vez mas mostraba su hilacha, mientras los seres dormían por las noches los cuervos devoraban su carroña.

Los años pasaban y el puente de las clases sociales se abría como grandes grietas que tragaran todo a su paso, dejando solo vacíos de hambre, soledad y muerte.
Los puentes de la comunicación seguían construyendo su propia invención bajo engaños y falsedades, manejadas por aquellos que dejaron tantos puentes sin nombres y sin identidad.

El puente de la protesta social una vez mas no se dejo callar y salio a despertar a la calle sus músculos dormidos, entonando aquella garganta callada durante tantos años, abriendo esos ojos cerrados que tantas veces les taparon, la música y el puente del arte y el intelecto una vez mas marcho en contra del atropello, esta vez sin censura, sin exilios. Aquellos seres sociales que cultivaban el arte del trabajo se levantaron con las fuerzas de los obreros, tomando las abandonadas fabricas, sometiendo a los intereses ajenos al poder del grito enfurecido del pueblo, la dignidad arremetió entonando su himno en contra de aquellos que  reclamaban bienes que no les eran propios, como respuesta a la revolución en pos de una organización social y un equilibrio ejercido por la voluntad popular, el puente de la corrupción utiliza el puente de las cartas bajo el brazo engañando al puente de la sociedad con una estrategia manipulada por el imperio del norte para alimentar al puente de los ahorros y los intereses financieros equiparando el valor de sus riquezas con forma de billetes y no alimentando las fuentes de trabajo y dignidad laboral, vaciando las riquezas educativas, desprestigiando la vocación educadora y alimentando los negocios y sus obscuras sociedades de lucro.

Los nervios ya provocados, con la paciencia colmada al borde de la desesperanza broto en cada cuadra a borbotones clamando por una justicia social más democrática y más justa, utilizando como arma sus voces y sus cuerpos, el puente de la represión no se hizo esperar y salio a cubrir cada manzana con el poder de la violencia y fuego que acallara el clamor de una sociedad sobrepasada y pisoteada que no toleraba mas este  atropello.
La pobreza creció en cada cuadra, cada manzana, cada barrio, cada ciudad y provincia, mientras valijas y turbios negocios nefastos abandonaban este mundo social derrotado por el imperio de las valijas y la coima.

Aquellas manos que atormentaron a miles de seres sociales fueron beneficiadas con leyes de obediencia hacia la patria, obedecer a un mandato que obligo a asesinar a sangre fría, teniendo ellos la posibilidad de detener el dedo antes de presionar el gatillo.

El calor de diciembre empieza a fundir sus rayos en cada cuadra, cada metro de asfalto, cada hogar y cada plaza, al mismo tiempo empieza a resucitar aquellas cuerdas vocales gastadas y cansadas, y resucita aquellos músculos y tendones atareados y pesados por el paso del tiempo, por las batallas perdidas e ignorados por aquellos ojos que supuestamente los representaba.

En cada esquina, cada rincón y cada plaza, en cada ciudad y cada provincia, levantando ollas y cucharones al grito de: “que se vallan todos”.
Desde lo alto de una terraza se levanta una libélula blanca que comienza su vuelo para no regresar nunca jamás.

El puente del mundo rompe las barreras impuestas en el pasado, en Alemania país madre de uno de los puentes mas violentos, la segunda guerra mundial, ve como el puente que construye y soporta sus muros es vencido por el calor y clamor popular cansados de vivir en un mundo dividido por los intereses políticos y económicos, derrotando el concreto y uniendo las calidas manos reclamando una vez mas los principios de la democracia.
El puente de la comunicación una vez más aprovecha la endeble situación y comete su fechoría, comunicando que no vence el calor popular humano y social, sino, el capitalismo.

Mientras tanto, el imperio del norte aprovecha que el mundo mira para otro lado, y mostrar los dientes y sus grandes colmillos, destacando que como potencia que es, el puente de sus feroces bombas aniquilan cualquier resistencia. Y una vez más, Bagdad arderá en llamas.






La sangre de la tierra tan preciada por los intereses privados cada vez es más extraída a la fuerza y sus venas dejaran heridas abiertas.

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