TUOPIA.


miércoles, 16 de junio de 2010



Puentes hacia la alienacion social parte IV

Una vez mas volemos a sentir que estos puentes que construyeron nuestro pasado y el de pasadas generaciones no fueron construidas en unirnos socialmente como humanos responsables de nuestros actos y con un futuro mas claro, en la plenitud de todos los 5 sentidos con los que podemos percibir lo que nos rodea.
           
En cambio todos estos puentes de la historia nos demuestran una vez más, que fueron construidas con un único fin, el fin de los bolsillos llenos pero que aun quieren más para saciar su sed.

Todos los avances que la sociedad alcanzo en la tecnología, los medios de comunicación, lamentablemente también estos “avances” alcanzaron a la educación.
Creamos la falta de solidaridad social, la falta de percepción, la falta de sentidos, algo tan pequeño que de chico nos enseñaban en nuestros primeros Pazos hacia la alfabetización, solamente cinco sentidos, el poder construir una percepción mas allá de nosotros, hoy, si el día de hoy, en pleno siglo 21, todos nuestros sentidos fueron brutalmente aplacadas por la alienación, por la enajenación social, creamos seres que carecen de sensibilidad, creamos la falta de afecto que esos sentidos tanto demandan.

Creímos que la comunicación, ese sentido que tanto utilizamos, el habla, y los dos sentidos que nos acompañan en esa necesidad que constituyen nuestra necesidad básica que desde el nacimiento deja de ser una isla, iba a mejorar con estos avances, que seriamos capases de encontrarnos ante el mundo de una forma mas eficaz, mas allá de nuestras fronteras, íbamos a poder encontrar nuestras raíces sociales en todo el globo que constituye nuestra tierra, nuestro planeta, nuestro hogar como parte de la naturaleza que somos. Sin embargo estos cambios trajeron aparejado una desigualdad en la comunicación, donde los intereses se hicieron cargo de utilizar estos medios para crear mas fondos en sus bolsillos, aparejado a esto también, estos medios de comunicación que usualmente usamos, son parte de una forma de status quo, una forma de posición económica frente al mundo, no hace falta ver mas que en nuestros bolsillos, un avance que creo el poder comunicarnos desde nuestro bolsillo a kilómetros de distancia, funciona para mas que la comunicación, funciona para volver un arte como es la fotografía, en una forma de venta mas eficaz y eficiente para la economía integrándola con nuevos avances, como poder ver el mundo de la televisión en un equipo tan pequeño que cabe en un bolsillo y  permitir llevarlo cotidiana y diariamente con nosotros mismos, quitándonos nuestro espacio de socialización humana y real cara a cara, suprimiendo, las horas en minutos, creando una habitación la cual no nos permite abrir la puerta a nuestros individuos que constituyen nuestra sociedad, tan solo una ventana y a medio abrir.

Fue tan grande el negocio de poder manipular nuestra comunicación, que inclusive se creo un impuesto que a todos nos cobran, solamente por hablar, solamente por pensar, nos cobran un impuesto a cada segundo que nuestros sentidos utilicen.
Pensar que somos un ser humano, un mamífero que creo la necesidad de comunicarse no solo por necesidades como alimentarse, si no, por el placer de hablar, por el placer de decir y transmitir lo que sentimos, contar nuestra experiencia y transmitirla al mundo, y estamos en la actualidad avanzando hacia una incomunicación, hacia una alineación comunicativa social, pensar que somos capases de fragmentar la comunicación en segundos a kilómetros de distancia y crear fronteras a nuestros días y tapar con mascaras nuestros rostros para que no puedan vernos.

La llamada era de la comunicación, se transformo en la era de la decadencia social.
Donde lo utópico, es abstracto, donde el morbo ocupa cada segundo de corresponsales que trabajan para llenar heladeras de sangre. Donde la inmediatez es lo mas importante, tan importante que reemplaza al contenido, una inmediatez que utiliza esta fragmentación con el fin de lucrar, de conseguir mas a los que mas tienen y se creo la publicidad, ya no mostramos nuestra vocación para que otros se interesen en lo que hacemos, vendemos ideas, compramos y vendemos billetes, y para todo esto convencemos a los demás creando necesidades que no necesitamos.

Estamos tan conectados a los medios de comunicación que estamos desconectados de la vida real y concreta, que nuestra cognición, nuestro sentido de comunicar, ver, tocar, oler, escuchar y hablar, están absortos y fuera de si, inmiscuidos en una nebulosa de necesidades impetuosas y rebeldes pero anómalas.







Estamos tan comunicados que a un metro nuestro mundo esta desavenido a kilómetros.

2 comentarios:

  1. Vos siempre con estos escritos largos e interesantes que implican todo un tiempo, y yo apurada, con hambre y un trabajo por terminar.
    Prometo que esta noche te leo.
    Te quiero mucho hermano, un abrazo.

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  2. Te leí. Creo que mientras el mundo siga siendo manejado por unos pocos, nosotros muchos vamos a seguir mamando esta mierda. Lo importante es educar-educarnos en esta era de la comunicación, como críticos y no como entes consumistas e influenciables. Es como decía el Che, un pueblo educado es un pueblo indominable.

    Te quiero!

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