Puentes hacia la alienación social parte III


En este caso no voy a seguir nombrando diferentes puentes, no tendría ni razón ni sentido, ya que son demasiados, pero el paso del nuevo milenio resolvió este problema ahora todos los puentes que conocemos o conocíamos, pasaron a ser uno solo, un único puente que muestra de un lado indefensos y del otro risas, copas y excesos.

La globalización ya esta entre nosotros, la economía mundial ahora tiene un banco que da fondos a todos y les proporciona bienestar económico. Perdón por la ironía.

El efecto globalización, nos permite comunicarnos a todos en una interfaz que reduce kilómetros y reduce el tiempo. Podemos ir desde argentina a Corea en un segundo, claro, solo con nuestros ojos. Para todo esto ayudan los medios de comunicación que de forma intermitente nos muestra el mundo y nos informa de los sucesos más importantes de cada día, o mejor dicho cada minuto, permite el libre comercio entre naciones, para que todos tengan la misma posibilidad de intercambio, claro también por lo que sabemos cierra fronteras y construye muros si recordamos anteriores capítulos.

Haciendo esta introducción la cual me incomodo un poco, la globalización, este puente tan grande que abarca a todos, crea desigualdad, crea hambre e injusticia, los poderosos siguen siendo poderosos mientras que los pobres son los mismos pero en todo el mundo.

Conocemos que la economía mundial, principalmente sostenida por el FMI, solo crea desigualdad, solo financia para crear mas deuda, para que el reparto de las riquezas se vallan en un par de bolsillos.

Los medios de comunicación reemplazan las instituciones, crían a nuestros hijos y construyen a su alrededor sus grandes y atemorizantes ciudades, mienten y sostienen sus falacias engañando a todo aquel que se atreva a observarla y escucharla, las fuentes son dudosas y de extraña procedencia y son los rostros de los principales medios de comunicación los cuales no conocemos su anatomía.

Estamos próximos o mejor dicho, ya estamos entre ciudadanos alienados, seres que viven en su propia burbuja, que no pueden mirar mas allá de sus narices, que consumen todo lo que los medios de comunicación les brinda, consume todo producto que las publicidades promueve a un consumo exacerbado, crean necesidades innecesarias valga la redundancia,  crean fronteras y nos dividen con falsos partidos y creencias, sostienen su falta de conocimiento con religiones fascistas, que promulgan la paz, la dignidad y la humildad mientras sostienen bajo el peso de sus muros riquezas, que sostienen también el amor a la familia, mientras defienden a pedófilos entre sus filas, utilizan nefastos mecanismos para defender esta importante institución mientras olvidan que también existen huérfanos y padres que a pesar de su condición sexual son capaces de mantener semejante responsabilidad y darle una oportunidad de un hogar a alguien que no tuvo esa suerte.

También esta globalización voraz que rompe con toda sus fuerzas la unión social, rompe con toda estructura de institución, en cuanto a la educación, la vocación es programada por un sistema que indica que todos deben ser educados bajo una misma norma, olvidando que esta misma globalización creo fronteras entre individuos, y que no respeta aquellos que intentan luchar por una mejor educación para nuestros hijos, el futuro de un mundo mejor que intentemos construir, lo acalla, bajo protección, si, esa protección que defiende al poderoso, algunos lo llaman policía antidisturbios, otros como en el sur policía antimotín, esa misma policía que impunemente durante el 2007 desafío las leyes de la vida y acabo con la muerte de Carlos Fuentealba, activista, obrero y educador de futuras generaciones.

En el epicentro de las grandes ciudades mas ricas se aúnan representantes de los países más poderosos para tomar decisiones por todos nosotros, casi sin pedirnos permiso, sin darnos ni vos ni voto. Estas cumbres empiezan como terminan dentro de sus paredes, con una fiesta que incluye risas, copas y excesos. Mientras tanto en las afueras de esos muros, manifestaciones se acumulan para luchar en contra de un sistema establecido injusto y desgarrador que crea muertes por inanición en el mundo. Como en el 2001 durante la cumbre del G8 en Italia, cuando un miembro de la manifestación fue herido por los carabineros con plena impunidad en su frente, por creer en un reparto mas equitativo de las riquezas, su nombre era Carlo Giuliani, y su muerte sigue injustificada e indefensa y los culpables siguen sueltos creando valijas llenas.